Guillermo Dawson refirió una cierta ocasión esta historia para ilustrar cuan humilde debe de mostrarse el alma antes de que pueda hallar la paz. Dijo que en unos cultos de avivamiento, un jovencito que estaba acostumbrado a las peculiaridades de los metodistas, dijo a su madre al volver de uno de los cultos: -Madre, don Fulano de Tal, esta arrepentido y buscando la paz con Dios; pero no la encontrara esta noche. Y pregunto la madre:: -¿Porque dices eso, hijo?-Porque solo tenia doblada una rodilla, madre; y no hallara la paz mientras no doble las dos.Y en verdad, mientras la convicción de pecado no nos humille por completo, y hasta que perdamos toda confianza en nosotros mismos no podremos hallar al Salvador.
- Blogger Comment
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario